Cuentos infantiles para formar niñas poderosas y seguras

Rosa caramelo - cuentos para formar niñas poderosas y seguras

Seleccionamos tres cuentos infantiles para formar niñas poderosas y seguras.

Hoy en día las niñas son capaces de valerse por sí mismas. Lejos han quedado los tiempos en que necesitaban que viniera un príncipe azul a protegerlas de los peligros del mundo. Por eso, los cuentos infantiles están cambiando. Para sumarnos a ese cambio, ofrecemos una selección de tres cuentos infantiles para formar niñas poderosas y seguras de sí mismas.

Los niños aprenden de los cuentos. Para enseñarles el concepto de igualdad de géneros, es ideal contarles cuentos que lo expliquen en forma entretenida. Sugerimos tres cuentos infantiles para formar niñas poderosas y seguras.

Cuento n° 1: La princesa caballerosa y el caballero princesoso

La princesa caballerosa - cuentos infantiles para formar niñas poderosas y seguras
La princesa caballerosa y el caballero princesoso

Este es un cuento de príncesas y caballeros poco convencionales. La princesa Esmeralda estaba ansiosa por vivir aventuras y combatir dragones, mientras que el caballero Sebastián, cansado de las luchas, bregaba por resolver los conflictos recurriendo puramente al diálogo.

Erase que se era, hace no mucho tiempo y en un lugar no muy lejano, una princesa no muy alta y no muy tímida.

La princesa Esmeralda siempre estaba sonriendo, contando chistes e historias de aventuras de caballeros y dragones. Su papá, el rey, le contaba esas historias desde que ella era bebé. Y desde hacía un tiempo, a la princesa le habían entrado ganas de vivir cosas emocionantes como en esos cuentos.

Los reyes y la princesa tenían muchos caballeros en su castillo para pelear por ellos. Peleaban contra los dragones que atacaban sin parar a la ciudad para llevarse toda la comida. El más valiente de los caballeros se llamaba Sebastián. y había derrotado a muchos dragones, echándolos para siempre del reino.

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Discurso del oso, cuento infantil de Julio Cortázar

Discurso del oso, de Julio Cortázar

Discurso del oso es una historia escrita para niños por Julio Cortázar en 1952. Diez años más tarde integraría su libro Historias de cronopios y de famas. Un texto escrito originalmente para niños pasó a ser lectura de los adultos. Cincuenta y seis años después regresó a sus destinatarios originales en un edición con ilustraciones de Emilio Urberuaga.

Discurso del oso, de Julio Cortázar
Discurso del oso, de Julio Cortázar

Soy el oso de las cañerías de la casa, subo por los caños en las horas de silencio. Los tubos de agua caliente, de la calefacción, del aire fresco. Voy por los tubos de departamento en departamento y soy el oso que va por las cañerías.

Creo que me estiman porque mi pelo mantiene limpios los conductos. Incesantemente corro por los tubos y nada me gusta más que pasar de piso en piso resbalando por los caños.

A veces saco una pata por la canilla y la muchacha del tercero grita que se ha quemado. O gruño a la altura del horno del segundo y la cocinera Guillermina se queja de que el aire tira mal.

De noche ando callado y es cuando más ligero ando. Me asomo al techo por la chimenea para ver si la luna baila arriba, y me dejo resbalar como el viento hasta las calderas del sótano.




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“El día en que Dani se volvió aburrido”, un cuento sobre la adolescencia

Un cuento sobre la adolescencia

Al comenzar la adolescencia, los chicos entran en conflicto con los juguetes que usaban poquito tiempo atrás.  Por un lado, quieren desprenderse de ellos por que ya no son niños, pero por otro lado, saben que los van a echar de menos si los regalan o los tiran.

Dani, el personaje de este cuento, está en esa situación dificultosa en la que quiere ser grande pero no quiere que los buenos momentos de la niñez sean cosa del pasado. Este cuento sobre la adolescencia está dedicado a todos aquellos niños que están dejando de a poco de ser niños.

Un cuento sobre la adolescencia
El hermano adolescente que no quiere dejar de serlo

Marcos tenía un hermano mayor que se llamaba Daniel. Dani, le decía. Dani había cumplido 12 la semana anterior, y el mismito día en que los cumplió, se volvió aburrido. Antes, Dani jugaba a los autitos con Marcos, y ahora decía que ya no le gustaban. Antes, Marcos y Dani hacían carreras para ver quién terminaba primero de comer. Ahora, Marcos comía todo rápido y, cuando terminaba, Dani apenas había probado un par de bocados. Un típico cuento sobre la adolescencia: en vez de comer, se la pasaba paveando con ese celular que le habían regalado para su cumple.

Un día, Marcos estaba jugando solito con una pista de carreras (la misma que antes a Dani le encantaba), mientras Dani chateaba en la compu. La mamá los vio a los dos y le dijo a Dani: “¿por qué no jugás un rato con tu hermano?”. “No puedo, Ma, estoy ocupado”, contestó Dani.

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