Relatos graciosos: “La isla de los narigones”

Portada del libro "Cuentos ridículos" de Ricardo Mariño

Los relatos graciosos se caracterizan por utilizar el absurdo para provocar situaciones disparatadas que causan risa. El autor de relatos graciosos también recurre a personajes pintorescos que refuerzan lo disparatado del relato. En cuanto a su estructura, los relatos graciosos mantienen la forma de un cuento, contando con una introducción o presentación de los personajes y la situación, luego el nudo o el conflicto, y finalmente el desenlace.

A continuación ofrecemos un extracto/resumen del relato gracioso “La isla de los narigones”, del escritor Ricardo Mariño, perteneciente al libro “Cuentos ridículos” (al resumirlo, intentamos no quitar ninguna parte graciosa).

Relatos graciosos: “La isla de los narigones” (extracto/resumen)

Mil años antes de que mi abuela empezara la escuela, naufragó cerca de una remota y deshabitada isla del Pacífico la nave del pirata Akad El Nariz.

De los cien tripulantes que acompañaban al pirata, sólo pudieron nadar hasta la isla un hombre y una mujer de quienes, únicamente, se sabe que tenían dos enormes narices -una cada uno- y el pelo verde.

Cuentos graciosos - La isla de los narigones
Los únicos sobrevivientes al naufragio

Al llegar a la isla, lo primero que hicieron el hombre y la mujer fue exclamar: “¡Nos salvamos!”. Lo segundo, secarse al sol. Por último, fabricaron una botella de barro cocido.

En el interior de la botella, introdujeron una fina piel de marsopa que habían encontrado en la playa; en la piel, dibujaron un mapa y escribieron un mensaje: “Estamos en la isla marcada en el mapa. Vengan a rescatarnos. Nuestro barco se hundió el lunes pasado”.

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Cuento de humor infantil: “Dientes”, de Ema Wolf

Portada del libro "¡Silencio, niños!", de Ema Wolf

Una narración humorística acerca de un conde llamado Dracul, que trabajaba de vampiro.

El cuento de humor infantil es una forma breve de narración que presenta una situación (ficticia o real) en la que sobresale un hecho cómico, risueño o ridículo. Su finalidad es, simplemente, hacer reir. Este cuento de humor infantil se llama Dientes y fue escrito por Ema Wolf. Forma parte del libro ¡Silencio, niños!, una variada colección de cuentos en la que reinan los personajes disparatados.

Sin más preámbulos, leamos el cuento de humor infantil “Dientes”

Boris Dracul trabajaba de vampiro.

Todas las noches se ponía su capa de seda negra –tenía otra de hule impermeable para los inviernos húmedos– y se largaba a vampirear por los caminos de Moldavia.

Cuento de humor - Dientes, de Ema Wolf - doctora Carramela
La doctora Carramela

No es fácil ser vampiro en un pueblo de campesinos que se acuestan más temprano que las gallinas. Al menos no lo era para el conde Dracul, incapaz de atravesar paredes, de cruzar volando las ventanas convertido en murciélago y de toda otra acrobacia parecida.

Dracul tenía que conformarse con morder el pescuezo de algún enamorado tardío o de un aldeano insomne que estuviera fuera a esa hora paseando el perro. Para colmo, los habitantes del pueblo vivían de la cosecha del ajo, y quien más quien menos siempre andaba con un diente en el bolsillo.

El conde Dracul vivía, claro, en un castillo tenebroso.

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