En los poemas de Antonio Machado para niños se reflejan con claridad dos conceptos: esencialidad y temporalidad. Por un lado, el autor intenta ahondar en la esencia de las cosas (del hombre, del mundo). Por el otro, busca captar su fluir temporal.
Vemos en los poemas de Antonio Machado para niños ejemplos de esencialidad. Ésta es expresada por medio del estilo nominal. Por ejemplo, frases en las que hay ausencia de verbos. Ciertamente, Machado añade a estas ideas un matiz particular, diciendo que la poesía es “el diálogo del hombre, de un hombre, con su tiempo”. En definitiva, esto enlaza con el deseo de Machado de que el hombre y el poeta estén comprometidos con su tiempo.Sin embargo, en el prólogo de su libro “Poesías completas”, Machado expresa que: “Pensaba yo que el elemento poético no era la palabra por su valor fónico, ni el color ni la línea, ni un complejo de sensaciones, sino una honda palpitación del espíritu… lo que dice el alma si es que algo dice, con voz propia, en respuesta animada al contacto con el mundo”.
En los poemas de Antonio Machado para niños aparece una rica gama de sentimientos. Por ejemplo, la melancolía, la tristeza, la emoción, la pasión, el deseo o la rabia. Ciertamente, para Antonio Machado, la poesía es un sentir hondo, una intuición viva que surge al contacto con el mundo.