Un padre que da consejos más que padre es un amigo; Ansí, como tales digo qe vivan con precaución: naides sabe en qué rincón se oculta el que es su enemigo.
Yo nunca tuve otra escuela que una vida desgraciada; no estrafien si en la jugada alguna vez me equivoco pues debe saber muy poco aquel que no aprendió nada.
Hay hombres que de su cencia tienen la cabeza llena; hay sabios de todas menas, mas digo, sin ser muy ducho: es mejor que aprender mucho el aprender cosas buenas.
Ofrecemos una recopilación de poemas de Lope de Vega para niños.
El escritor español Lope Félix de Vega Carpio se sitúa entre los poetas y dramaturgos más representativos del período artístico conocido como Siglo de Oro español. En su abundante obra (escribió más de 3.000 sonetos y varios centenares de comedias) encontramos numerosos poemas de Lope de Vega para niños. A continuación ofrecemos una selección de ellos.
En los poemas de Antonio Machado para niños se reflejan con claridad dos conceptos: esencialidad y temporalidad. Por un lado, el autor intenta ahondar en la esencia de las cosas (del hombre, del mundo). Por el otro, busca captar su fluir temporal.
Vemos en los poemas de Antonio Machado para niños ejemplos de esencialidad. Ésta es expresada por medio del estilo nominal. Por ejemplo, frases en las que hay ausencia de verbos. Ciertamente, Machado añade a estas ideas un matiz particular, diciendo que la poesía es “el diálogo del hombre, de un hombre, con su tiempo”. En definitiva, esto enlaza con el deseo de Machado de que el hombre y el poeta estén comprometidos con su tiempo.
Sin embargo, en el prólogo de su libro “Poesías completas”, Machado expresa que: “Pensaba yo que el elemento poético no era la palabra por su valor fónico, ni el color ni la línea, ni un complejo de sensaciones, sino una honda palpitación del espíritu… lo que dice el alma si es que algo dice, con voz propia, en respuesta animada al contacto con el mundo”.
En los poemas de Antonio Machado para niños aparece una rica gama de sentimientos. Por ejemplo, la melancolía, la tristeza, la emoción, la pasión, el deseo o la rabia. Ciertamente, para Antonio Machado, la poesía es un sentir hondo, una intuición viva que surge al contacto con el mundo.