Gracias a Ant-Man y a los Vengadores, la mecánica cuántica se ha vuelto más popular que nunca. Por las películas hemos aprendido que, en el reino cuántico, las cosas muy pero muy pequeñas se comportan de maneras extrañas. Por ejemplo, una cosa puede estar en dos lugares al mismo tiempo, o puede estar a la vez en estados opuestos.
Esto se debe a que, en el reino de los objetos más pequeños que el átomo (por ejemplo los electrones), las leyes de la física son diferentes de las que rigen todo aquello que podemos ver y tocar. Si buscamos explicaciones de cómo actúan las leyes de lo subatómico, inevitablemente nos topamos con un experimento llamado el gato de Schrödinger. Ante todo, hay que aclarar que es un experimento imaginario; de lo contrario, Schrödinger podría haberse metido en problemas por maltrato de animales.
En pocas palabras, lo que demuestra el experimento del gato de Schrödinger es que las extrañas leyes que gobiernan al reino subatómico podrían trasladarse al mundo físico que conocemos, generando una paradoja algo difícil de entender. Pero haremos lo posible por brindar una explicación del gato de Schrödinger de la manera más sencilla posible.