Los relatos graciosos se caracterizan por utilizar el absurdo para provocar situaciones disparatadas que causan risa. El autor de relatos graciosos también recurre a personajes pintorescos que refuerzan lo disparatado del relato. En cuanto a su estructura, los relatos graciosos mantienen la forma de un cuento, contando con una introducción o presentación de los personajes y la situación, luego el nudo o el conflicto, y finalmente el desenlace.
A continuación ofrecemos un extracto/resumen del relato gracioso “La isla de los narigones”, del escritor Ricardo Mariño, perteneciente al libro “Cuentos ridículos” (al resumirlo, intentamos no quitar ninguna parte graciosa).
Relatos graciosos: “La isla de los narigones” (extracto/resumen)
Mil años antes de que mi abuela empezara la escuela, naufragó cerca de una remota y deshabitada isla del Pacífico la nave del pirata Akad El Nariz.
De los cien tripulantes que acompañaban al pirata, sólo pudieron nadar hasta la isla un hombre y una mujer de quienes, únicamente, se sabe que tenían dos enormes narices -una cada uno- y el pelo verde.
Al llegar a la isla, lo primero que hicieron el hombre y la mujer fue exclamar: “¡Nos salvamos!”. Lo segundo, secarse al sol. Por último, fabricaron una botella de barro cocido.
En el interior de la botella, introdujeron una fina piel de marsopa que habían encontrado en la playa; en la piel, dibujaron un mapa y escribieron un mensaje: “Estamos en la isla marcada en el mapa. Vengan a rescatarnos. Nuestro barco se hundió el lunes pasado”.