El Grito de Dolores fue la declaración revolucionaria del pueblo de Dolores que, entre la noche del 15 de septiembre y la madrugada del 16 de septiembre de 1810, encendió la mecha de la independencia de México.
A principios del siglo XIX, crecían en todos los virreinatos de América los deseos de independencia de la opresión española. Los pueblos latinoamericanos llevaban siglos soportando un régimen de tiranía y querían poder decidir sobre sus propios destinos; como toda nación soberana merece. El grito de Dolores fue la expresión espontánea de un pueblo que exigía su independencia.
Los deseos independentistas comenzaron a traducirse en acciones cuando la corona española debió distraer su atención de las colonias para ocuparse de los problemas locales: la invasión de España por parte de Napoleón Bonaparte y la abdicación del rey Fernando VII.