Una narración humorística acerca de un conde llamado Dracul, que trabajaba de vampiro.
El cuento de humor infantil es una forma breve de narración que presenta una situación (ficticia o real) en la que sobresale un hecho cómico, risueño o ridículo. Su finalidad es, simplemente, hacer reir. Este cuento de humor infantil se llama Dientes y fue escrito por Ema Wolf. Forma parte del libro ¡Silencio, niños!, una variada colección de cuentos en la que reinan los personajes disparatados.
Sin más preámbulos, leamos el cuento de humor infantil “Dientes”
Boris Dracul trabajaba de vampiro.
Todas las noches se ponía su capa de seda negra –tenía otra de hule impermeable para los inviernos húmedos– y se largaba a vampirear por los caminos de Moldavia.
No es fácil ser vampiro en un pueblo de campesinos que se acuestan más temprano que las gallinas. Al menos no lo era para el conde Dracul, incapaz de atravesar paredes, de cruzar volando las ventanas convertido en murciélago y de toda otra acrobacia parecida.
Dracul tenía que conformarse con morder el pescuezo de algún enamorado tardío o de un aldeano insomne que estuviera fuera a esa hora paseando el perro. Para colmo, los habitantes del pueblo vivían de la cosecha del ajo, y quien más quien menos siempre andaba con un diente en el bolsillo.