Un aterrizaje forzoso puede verse como una desgracia. Pero para Antoine de Saint-Exupéry, resultó en el origen del Principito, uno de los mayores exponentes de la literatura universal.
La anécdota que inspiró el origen del Principito
En pleno verano del año 1930, el avión Latécoère que piloteaba el escritor Antoine de Saint-Exupéry sufrió un desperfecto cuando sobrevolaba la provincia argentina de Entre Ríos. El piloto decidió efectuar un aterrizaje de emergencia en un extenso campo cercano a la ciudad de Concordia. Al aterrizar, una de las ruedas del avión se dañó debido a que pasó sobre una vizcachera. Así se gestó el origen del Principito.
El piloto y escritor francés se encontraba analizando la magnitud del daño, cuando escuchó las risas de unas chicas. Eran Susana y Edda Fuchs, las hermanas de 12 y 18 años que inspiraron al autor para escribir El Principito. Más tarde, las hermanas fueron conocidas como “Las Principitas”.
Las hermanas fueron a pedir ayuda. Su padre, monsieur Fuchs, acudió para llevar al aviador al castillo de San Carlos; el pequeño palacio donde vivía la familia Fuchs Valón. Estaba situado en un recodo agreste del Salto Chico del Río Uruguay.