Memes virales: el Ayuwoki Michael Jackson, el Momo y el EO.
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El nombre “Ayuwoki” se deriva de la letra de la canción “Smooth Criminal” de Michael Jackson. En un fragmento de su letra, esta canción dice: “Annie are you OK?”. Esta frase, pronunciada en fonética y rápidamente, suena como “Ayuwoki”.
Junto con la rápida viralización del meme, comenzó a circular la leyenda de que el Ayuwoki Michael Jackson aparece a las 3 de la madrugada. A dicha hora, el personaje emite uno de los clásicos sonidos del cantante (“Hee hee”). La leyenda también dice que, para evitarlo, sólo hay que ir a dormir antes de esa hora.
Aunque la historia del Ayuwoki parece nueva, en realidad se originó en el año 2009. En ese año, un usuario de YouTube llamado Thomas Rengstorff subió un clip de video titulado “My Ghoul Jackson Animatronic Sculpture”. En dicho video se ve a un maniquí animatrónico que representa a Michael Jackson. El maniquí (que está a la venta en Ebay) presenta una apariencia aterradora y emite extraños sonidos.
El usuario subió numerosos videos del personaje, todos ellos con contenidos perturbadores. No obstante, el muñeco animatrónico no tenía nombre. Más tarde, los creadores del meme Ayuwoki decidieron usar su imagen para viralizarlo.
Al viralizarse los memes del Ayuwoki se temió que aparecieran desafíos al estilo del Momo. Las autoridades de distintos países emitieron alertas para evitar que los más pequeños fueran manipulados mediante desafíos (los llamados challenges). Sin embargo, hasta ahora no se han reportado hechos preocupantes relacionados con el personaje. Debe tenerse bien en claro que el Ayuwoki no existe.
El Momo, en cambio, es un muñeco animado que se ha visto involucrado en atentados a la privacidad. En YouTube, el Momo incitaba a los niños a realizar desafíos peligrosos que podían causarles daños e incluso perjudicar a los demás. Su creador asegura que el muñeco del momo ha sido destruido para evitar que siga causando daños.
Los memes son ingeniosos, graciosos, expresivos, etc. Pero su capacidad para difundirse de forma incontrolada los hace potencialmente peligrosos. Es muy fácil contribuir con su difusión: nos basta con reenviar a un grupo un mensaje de WhatsApp, retwittear un tuit o compartir una publicación de Facebook. De esta forma, nosotros mismos nos atribuimos parte del ingenio, simpatía o expresividad propia del meme. Es más, el hecho de estar entre los primeros en difundirlo nos da cierto prestigio social.
Pero antes de apurarnos a difundir un meme, debemos pensar si realmente estamos de acuerdo con la idea que transmite. Muchas veces, el contenido de un meme es ofensivo para una minoría o grupo de personas. En esos casos, al darle difusión estamos colaborando con la discriminación y la intolerancia.
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