Historia del huevo de Colón
Hay ciertas cosas que, una vez que se sabe cómo se hacen, parecen fáciles, pero hasta que no nos enseñan a hacerlas bien, parecen imposibles. Eso es lo que quiso demostrar Colón cuando lo criticaron por no haber hecho nada especial con su supuesto viaje a las indias, y así fue cómo se originó la historia del huevo de Colón.
Muy enojado con quienes lo criticaban, Colón pidió que le trajesen un huevo y desafió a los presentes a ver cuál de todos era capaz de lograr que el huevo se quedara parado sobre la mesa.
Muchos de ellos lo intentaron, pero después de darle muchas vueltas y fracasar cuando el huevo rodaba hacia algún costado, se rindieron y le dijeron que era algo imposible de hacer.
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Para hacer callar a quienes lo criticaban, Colón agarró el huevo y, con un golpecito, acható uno de sus extremos. Al apoyarlo en la mesa sobre el extremo achatado, el huevo quedó perfectamente parado.
A partir de esa anécdota (cuya veracidad no puede demostrarse), cada vez que se habla del “huevo de Colón” se hace referencia a algo que aparenta tener mucha dificultad, pero al revelarse la forma correcta de hacerlo, parece sumamente fácil.
Con este argumento, Don Cristóbal señaló a los que lo criticaban que, después de que él hizo el viaje a las indias, éste parecía una cosa fácil, pero antes que él ninguno se había atrevido a intentarlo. Pero la historia del huevo de Colón no concluye aquí, ya que tuvo algunas derivaciones.
Mucho tiempo después de la anécdota de Colón y su huevo, el ingeniero Nikola Tesla usó la historia del huevo de Colón para crear un dispositivo electromagnético y con él demostrar los principios del campo magnético rotativo y del motor asíncrónico.
La versión de Tesla del huevo de Colón se exhibió en la Exposición Mundial Colombina de Chicago de 1893. Lo que hacía el invento de Tesla era dar una respuesta al desafío de Colón diferente a la que había dado el navegante genovés. Es decir, lograba mantener el huevo de pie, pero sin necesidad de achatar una de sus puntas. Claro, la cuestión era que el huevo en cuestión no era de gallina, sino que se trataba de un huevo de cobre
El huevo de Colón de Tesla era un artefacto bastante complicado, ya que creaba un campo magnético rotativo sólo para mantener al huevo de pie. Pero lo del huevo era un mero uso ilustrativo; tiempo después, el principio del huevo de Colón de Tesla se usó para lograr algo que sí tuvo mucha utilidad, y aún al día de hoy sigue siendo un invento fundamental: la transmisión inalámbrica de energía.
En la ciudad de Sevilla (Andalucía, España) se puede ver una gran escultura, denominada Nacimiento de un hombre nuevo, pero popularmente conocida como El huevo de Colón.
La historia del huevo de Colón y su escultura cuenta que es la mayor escultura de bronce que hay en España. El huevo tiene 45 metros de altura. Su autor es el escultor ruso Zurab Tsereteli, y la obra fue donada a la ciudad de Sevilla por el Ayuntamiento de Moscú.
La obra representa un gran huevo formado por las velas de las tres carabelas de Colón, en cuyo interior se encuentra una estatua del almirante, sosteniendo un mapa desenrollado desde una mano a la otra.
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