Pájaro tejedor: la leyenda del baya

El baya, o pájaro tejedor, es un ave que habita el sudeste asiático y el subcontinente indio. Su costumbre de construir un nido para su pareja y decorarlo con luciérnagas inspiró la leyenda india que lo tiene como protagonista.

El pájaro tejedor, también llamado baya, no sólo se toma el trabajo de construir un confortable nido para su pareja, sino que además se ocupa cuidadosamente — según cuenta la leyenda — de adornarlo e iluminarlo. El nido es construido con raíces y delgadas hebras vegetales en forma de una bolsa colgante, con recámara en la parte superior, donde la pajarita puede poner e incubar los huevos cómodamente.

Pájaro tejedo Baya construyendo el nido con su pareja
La señora Baya (esposa del pájaro tejedor) le da indicaciones a su marido mientras construye el nido: “¿No podrías hacerlo un poco más grande? No creo que los niños y yo podamos estar cómodos allí dentro”.

El tejido del nido del pájaro tejedor es tan denso que impide que los rayos de luz penetren el aposento. Por ello, en la recámara de la señora Baya reinaría la oscuridad, si su marido no se tomara el trabajo de iluminarla.

La leyenda del pájaro tejedor

Cuenta la leyenda india que, inmediatamente después de que la pájara ocupa su lugar en el nido, el baya vuela al charco más cercano a traer barro húmedo, lo coloca en el interior de la vivienda y, antes de que se seque, vuela a la selva a buscar luciérnagas para proveer iluminación para el hogar. Las lleva una por una, y las fija vivas en el barro. Cuando ha terminado la decoración e iluminación interior, repite la operación en el exterior, hasta que toda la vivienda queda iluminada.

Cuando el pájaro tejedor macho quiere que la hembra entre por primera vez al nido, realiza un baile alrededor de la construcción. Extiende sus alas y las bate por encima del dorso, para hacerlas sonar. De esta forma le avisa a la pajarita que el nido está listo.

Inaugurando el nido

Una vez que el nido está listo, la hembra ingresa en él para ver si es de su agrado. En caso de que lo sea, se queda en la recámara con sus bebés. Pero si no le gusta, lo rasga y lo rompe. El macho, entonces, debe repararlo y mejorarlo, hasta que logre satisfacer los deseos de la hembra.

El nido del baya es para el caminante un faro que brilla en la oscuridad de la selva como un raro misterio natural. Pero en realidad es el palacio encantado que brilla al conjuro divino del amor.

El pájaro tejedor o baya se describe comúnmente como un gorrión salvaje de color amarillo. Se sabe que es extremadamente inteligente, obediente y dócil. El ingenio con el que construye el nido para su pareja desafía al de los artesanos más hábiles. Responde al llamado de su entrenador desde grandes distancias. Puede entrenarse, lamentablemente, con fines inapropiados: es capaz de tomar monedas de las mano de los incautos y llevárselas a su entrenador.

En la India, el pájaro tejedor o baya era entrenado por artistas callejeros para el entretenimiento de la gente. Se dice que podía recoger objetos ante la orden de su entrenador, además de ensartar cuentas y recoger monedas u otros objetos.

Fuente: wikipedia

Otros pájaros tejedores: Wikipedia nos habla de una completa familia de pájaros tejedores, conocida como Ploceidae, que habitan el continente africano (al sur del desierto del Sahara), Australia y la región tropical de Asia. Se reconocen fácilmente por que el macho de la especie presenta colores intensos, como rojo, amarillo o negro, mientras que la hembra presenta colores más apagados, tendiendo a los grises o marrones suaves.

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