Según las leyendas nórdicas, el Kraken es un monstruo marino de gigantescas proporciones que emerge de las profundidades del océano para atacar embarcaciones y devorar a sus tripulaciones. Se lo suele representar como un enorme pulpo o calamar.
La historia del Kraken se remonta a la edad media y se sitúa en los mares del Norte, más precisamente entre Noruega, Islandia y Groenlandia. En las leyendas nórdicas se lo describe como un temible monstruo marino del tamaño de una isla, con enormes tentáculos y capacidad para tragarse barcos enteros e incluso ballenas. Una de las más antiguas menciones de la leyenda del Kraken de que se tiene noticia pertenece a la saga islandesa de Örvar-Oddr, del siglo XIII. En esta obra, el autor no hace referencia al monstruo marino con el nombre de kraken, sino que describe otras bestias similares, con los nombres de hafgufa y lyngbakr.
El monstruo marino comúnmente llamado kraken trasciende el ámbito de la leyenda. También se lo menciona como un animal marino real en distintas crónicas de viajes, como la del sueco Olaus Magnus, del siglo XVI. En estas crónicas, Magnus describe criaturas marinas colosales capaces de hundir un barco.
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Un calamar gigante
En el folklore nórdico, al kraken usualmente se lo describe como un calamar gigante, dotado de tentáculos fuertes y largos, que es capaz de interceptar grandes embarcaciones para arrastrarlas hasta el fondo del mar. Abundan reportes navales de avistamientos de estos calamares gigantes, si bien las historias al respecto comenzaron a menguar una vez finalizado el siglo XVIII.
En la Historia Natural de Noruega, escrita en 1752 por el teólogo y ornitólogo Erik Ludvigse Pontoppidan, se describe al kraken como una bestia de una milla y media de longitud, capaz de “atrapar al buque de guerra más grande y arrastrarlo al fondo del océano”. También se detalla que el kraken “vive apostado en el fondo del mar” y que “sube a la superficie al sentir el calor del fuego del infierno”.
Distintas versiones del kraken
No sólo los marineros de los mares del Norte afirman haber visto al calamar o pulpo gigante, ya que en la edad moderna, marineros del Pacífico afirman haber visto al “diablo rojo”, un enorme calamar que atrapa y devora náufragos, ocasionalmente descripto como un animal marino insaciable que alcanza 12 ó 13 metros de longitud.
El naturalista sueco Carlos Linneo incluye al kraken en la primera ediciónde su obra Systema naturæ, un compendio que data del año 1735 y que – según el naturalista – catalogaba la totalidad de la creación de Dios. En dicho trabajo, el naturalista catalogó al kraken con el nombre científico de Microcosmus y lo incluyó como perteneciente a la familia de los cefalópodos.
Los reportes de marinos indican que el kraken, además de atacar embarcaciones con sus tentáculos, puede nadar en círculos alrededor de ellas a gran velocidad, para producir un remolino que terminará hundiéndolas en el mar.
El kraken en la literatura y en la ciencia
El kraken no es el único monstruo marino famoso. Otra bestia marina que alcanzó la fama gracias a la literatura fue la ballena blanca Moby Dick. Pero el kraken también protagonizó hechos novelescos, gracias a la pluma de autores como Julio Verne y Victor Hugo. En Veinte mil leguas de viaje submarino, Verne nos cuenta cómo el Nautilus es atacado por un calamar gigante. Un hecho de similares características es descripto por Victor Hugo en su libro Los trabajadores del mar.
Tanto Victor Hugo como Julio Verne representaron a los calamares gigantes como animales reales, en lugar de representarlos como seres míticos o pertenecientes al mundo de la fantasía. Y no sólo ellos. Los científicos biólogos consideraron posible la existencia de un animal similar al kraken al analizar testimonios de marinos y restos de grandes calamares recuperados del mar o varados en las playas.
Los resultados del análisis científico de tales evidencias llevaron a catalogar a esos supuestos monstruos como una especie particular de calamar llamado Architeuthis dux, o simplemente calamar gigante del Atlántico. No se sabe mucho acerca de este gran molusco, ya que no se deja ver mucho por la superficie del mar. Sólo en la costa del mar Cantábrico tiene un nombre común: peludín, dado que es en esta zona en donde los avistamientos han ocurrido con mayor frecuencia.
Especie desconocida
Ya sea que se lo llame Kraken, Architeutis o Peludín, lo cierto es que el calamar gigante logra escapar de todas las clasificaciones de naturalistas y mantiene intacto su manto de misterio. No se sabe si es una única especie o varias, y se desconocen tanto su ciclo vital como sus costumbres.
Sin embargo, los pescadores asturianos, ajenos a las controversias científicas, afirman estar acostumbrados a toparse con peludines cuando salen de pesca. Por tal motivo, se cree que estos animales encuentran refugio en las profundidades extremas, como el cañón de Avilés, un abismo de 5.000 metros de profundidad situado frente a la costa asturiana. En la localidad asturiana de Luarca, el calamar gigante tiene su propio museo.
El calamar gigante sólo ha podido ser filmado en su hábitat natural en unas pocas oportunidades: en 2006, por un equipo científico japonés; en 2007, por una expedición científica en México, y en 2012, por un canal norteamericano. En base a los pocos avistamientos conseguidos, los científicos estiman que su tamaño ronda los 10 metros de largo en el caso de los machos y 14 de metros en las hembras. Otra característica notable es que sus ojos alcanzan a medir hasta 30 centímetros de diámetro, convirtiéndose en el más grande del reino animal.
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